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sábado, 14 de mayo de 2016

CHARLAMOS CON DAVID G. PANADERO y MIGUEL ÁNGEL PARRA AUTORES DE 'TIM BURTON: SIMIOS, MURCIELAGOS Y JINETES SIN CABEZA'


ENTREVISTA A DAVID G. PANADERO y MIGUEL ÁNGEL PARRA AUTORES DE 'TIM BURTON: SIMIOS, MURCIELAGOS Y JINETES SIN CABEZA'

Vuestros primeros trabajos se centraron en dos películas de culto y fueron editados ambos en el año 2000 por la desaparecida Midons editorial ¿Sobre qué trataban estas obras y qué supuso para cada uno de vosotros ver estas obras publicadas?

PANADERO: Yo debuté con la monografía Dark City. Mientras la ciudad duerme, un ensayo sobre esta película de SF, verdaderamente apasionante para mí, enfocado desde la literatura de género, el psicoanálisis, la sociología, la Historia del Cine, la Teoría de la Conspiración y mil cosas más. Fue un libro muy ambicioso (escrito con unos 25 años) y aunque llevaba años publicando en revistas especializadas, fue mi puesta de largo como escritor. Lo recuerdo con mucha ilusión aunque no puedo evitar aquello de… “ahora lo haría de otra manera”. En los despachos de la editorial tuve la suerte de conocer a Miguel, buen amigo desde entonces, ¡y por muchos años!

PARRA: En aquel momento llevaba las sesiones golfas con participación de The Rocky Horror Picture Show en un cine de Barcelona y Midons editaba varios libros relacionados con el cine de culto; de hecho, uno de sus sellos era Cult Movies. Me llamó la atención que en su colección no hubiesen dedicado un libro a la película y me puse en contacto con ellos. Su respuesta fue positiva, les interesó la idea y me ofrecieron escribirlo a mí. El resultado fue The Rocky Horror Picture Show. 25 años de culto, título que escribí con 20 años y en el que además de hacer un análisis cinematográfico, dedicaba algunos capítulos al fenómeno fan en España y en el resto del mundo. Como comenta David, en una de mis visitas a Madrid relacionadas con la edición de ese libro, coincidí con él y desde entonces, no hemos perdido el contacto.


Midons, publicó cerca de setenta libros desde mediados de los noventa. Desde la perspectiva que nos ofrece el paso del tiempo, ¿Cómo fue vuestra relación con la editorial y qué valoración hacéis de la labor realizada por Midons?

PANADERO: Midons fue en su momento una editorial puntera y sacaron a la luz muchos libros que otros, por la razón que sea, no han sacado. Posiblemente algunos libros de su catálogo no han resistido el paso del tiempo y otros eran demasiado coyunturales. Pero si repasas su colección Cult Movies (donde está mi estudio sobre Dark City) encontrarás firmas muy curiosas como la del cineasta Paco Plaza, y estudios cinéfilos muy potentes y sólidos. También es impresionante el trabajo exhaustivo de un libro como Las diez caras del miedo, de Rubén Lardín, toda una joya escrita en la era analógica que esta misma tarde releería con gusto.
Nosotros llegamos a Midons cuando fue comprada por la editorial madrileña Celeste, de manera que no tratamos con sus fundadores… Gente de Valencia, creo. Hubiera sido interesante conocerles.


En 2004 participáis en una obra coral como fue el libro ‘Sam Raimi: de la transgresión al neoclasicismo’ ¿en qué consistió vuestra participación en este monográfico? ¿Supuso este trabajo vuestra primera colaboración conjunta para una obra impresa?

PARRA: En realidad, por aquellas fechas ya estábamos sumergidos en la escritura de nuestro libro dedicado a Ed Wood que poco después editó T&B. En esos momentos, yo colaboraba en diversas actividades del Festival de Sitges, una de ellas el libro monográfico de Sam Raimi escrito coralmente entre varios autores. Le ofrecí a David la oportunidad de escribir a medias el capítulo que me había sido asignado, el dedicado a los personajes más heroicos del director: Ash, Darkman, Spider-man, Hércules, Xena…

¿Cómo se produce vuestro encuentro que servirá para publicar desde entonces varias obras de forma conjunta? ¿Qué encontráis el uno en el otro para que continuéis aunando esfuerzos después de diez años?

PANADERO: Miguel y yo somos amigos desde principios de siglo y siempre hemos mantenido el contacto. Una tarde, puede que de 2004, él me llamó para proponerme una escritura conjunta: el libro sobre Ed Wood. Trabajamos muy cómodos pese a la distancia (él vive en Barcelona y yo en Madrid) y yo pienso que es así porque somos personas bastante flexibles. Cada uno sabe cuáles son sus puntos fuertes y a la vez deja hacer al otro. Miguel ha estudiado realización cinematográfica, ha acometido montajes teatrales y tiene un conocimiento muy exacto del audiovisual. Mis ideas son más aproximativas, ya que provengo más del mundo literario. Nuestras formaciones son diferentes y creo que eso enriquece nuestros libros: tienen cierta erudición, tienen humor, juego con el lector, cierta carga académica, análisis cinematográfico… Aunque si ahora me pusiera a detallar quién hace qué, seguramente me acabaría confundiendo u os acabaría engañando, jejeje.


En 2005 se publica una nueva colaboración, en este caso para T&B Editores para crear el único estudio dedicado hasta la fecha en España de uno de los directores más particulares de la historia del cine, “Lo esencial de Ed Wood: platillos volantes y jerseys de angora”.
                                                                                                 
PARRA: Como comentábamos anteriormente, en realidad esa fue nuestra primera colaboración. Desde que me alcanza la memoria he coleccionado cosas relacionadas con el cine de serie B y, para mi, la filmografía de Ed Wood era mítica, más por el surrealismo de sus fotogramas que por su calidad cinematográfica. El estreno de film de Tim Burton también despertó el interés en David por el pintoresco director y ambos decidimos (de un modo algo kamikaze) embarcarnos en la escritura de un libro dedicado al personaje. La experiencia y el resultado final nos dejó muy satisfechos a los dos, y con muchas ganas de seguir colaborando en nuevos proyectos.



Ese mismo año volvéis a coincidir en Jaguar Ediciones en lo que se puede considerar el origen de la obra que ahora presentáis, 'Tim Burton: diario de un soñador'.

PANADERO: Por infinidad de circunstancias, hubo un momento en que pensamos que nuestro libro de Ed Wood podría quedar en el limbo. De manera que empezamos a mover hilos. Me reuní con los editores de Jaguar y se lo ofrecí, y no lo quisieron pero nos encargaron el libro sobre Tim Burton. Con esto desvelo algo muy interesante: que aún gustándonos Tim Burton, nosotros no tuvimos la iniciativa de escribir sobre él. Curiosamente es el libro que más ha vendido de los que hemos hecho. No exagero si digo que algunos miles de ejemplares en España y otros más en Latinoamérica. Este éxito nos incentiva a seguir trabajando sobre Tim Burton. Quizás al no ser fans rendidos y a la vez apreciar su trabajo, tenemos la distancia necesaria para estudiar su obra.

Vuestras obras tratan principalmente sobre directores y películas de culto al margen del cine de Hollywood, ¿Siempre os han atraído los cineastas o el cine más alejado de Hollywood más convencional?

PANADERO: Seguramente es una cuestión generacional. Como cualquier cinéfilo, adoramos el cine de Hitchcock, Fritz Lang o Billy Wilder, pero ya ha habido una generación previa que lo ha estudiado convenientemente. Creo que nuestra generación de escritores ha tenido el privilegio de redescubrir películas menores, excentricidades u obras concebidas en otros regímenes de producción que salen del canon más hollywoodiense y que no dejan de ser interesantes. Puede que nuestros padres se criaran oyendo hablar de la Historia del Cine y nosotros somos la generación que está demostrando y documentando que no hay una sino miles de Historias del Cine. Sí, ya me toca. Lo confieso. Admito que aún viendo mucho cine, a mí me interesa especialmente el cine de género europeo, incluido el español, de los 60 y 70…

PARRA: Pues fíjate, ¡a mí me gusta todo! De Eva al desnudo a las películas de la Troma, de los dibujos de Hanna-Barbera al Pink Flamingos del pope del trash, John Waters. La verdad es que no le hago ascos a nada, me gustan hasta las películas de Gracita Morales.

¿Sobre qué tema o cineasta os gustaría colaborar nuevamente sobre el cual no exista bibliografía en castellano?

PANADERO: Como se suele decir, no te lo vamos a contar porque después tendríamos que asesinarte.

PARRA: Mis labios están sellados, jejeje.



Centrándonos ya en la obra que publicáis ahora, comprobamos que Tim Burton, es quizás uno de los cineastas con mayor bibliografía en nuestro país. La primera obra publicada en 1998 existen más de una docena de obras relacionadas con Burton, ¿que ofrece este nuevo trabajo frente al resto de libros publicados hasta la fecha?

PANADERO: No nos corresponde a nosotros valorar los trabajos ajenos aunque ciertamente algunos de esos libros nos han resultado muy útiles, y otros no. Creo que nuestro acierto (la verdad es que se trata del más vendido y posiblemente es el libro más popular para los seguidores del cineasta) consiste en aunar varias posiciones: nuestro libro gusta al aficionado, al cinéfilo, al estudioso, y de alguna manera tiene varios niveles de lectura. Narrado con cierta urgencia, como si fuera una novela, desglosa referencias y análisis con sentido del humor y amenidad.

PARRA: Y las fotos son tan bonitas…

¿El libro que actualmente se presenta es una actualización de uno anterior, Tim Burton: diario de un soñador (2005) o habéis reescrito algún capítulo para esta nueva edición?

PANADERO: Tanto Miguel como yo llevamos dos décadas escribiendo, y coincidimos en buscar cada vez más la sencillez, la accesibilidad. Esto no significa que los contenidos sean más simples, que no lo son, sino que los presentamos de forma más desnuda cada vez. Rehuimos el barroquismo innecesario. Por eso fue un placer para ambos poder madurar y agilizar un texto nuestro de hace diez años. Además, hemos elaborado nuevos capítulos para la ocasión.

PARRA: Ha sido la oportunidad perfecta para poder pulir un trabajo ya publicado y mejorarlo, cosa que no suele ocurrir muy a menudo. Estamos muy agradecidos a Diábolo por habernos dado esta oportunidad, ¡es un lujo!


¿Cómo os repartisteis el trabajo en este libro sobre Tim Burton?

PARRA: Nuestro método de trabajo es bastante sencillo y, puesto que nos conocemos de hace tanto tiempo, la escritura compartida surge de un modo totalmente orgánico. No solemos decir “tú haces hasta aquí y yo continuaré hasta el final del capítulo”, sino que tras el visionado del título sobre el que estamos trabajando, ponemos nuestras opiniones en común y trabajamos el texto a partir de nuestras conclusiones. Por suerte, solemos coincidir bastante.

¿Cómo está organizado el monográfico?

PARRA: Podría darte dos respuestas a esa pregunta. Por un lado, se analizan los diferentes títulos individualmente y por orden cronológico, exceptuando los capítulos dedicados al stop motion y la figura de Danny Elfman. Sin embargo, no nos limitamos a estudiar sus trabajos, sino que incluimos un capítulo inicial para introducir al lector en el mundo de Burton y vamos desarrollando su historia a través de su filmografía.


Además de los habituales capítulos dedicados a cada film, ¿habéis incluido algún otro a capítulo a destacar en la obra?

PARRA: Hemos querido aunar todos los trabajos de stop motion en un capítulo aparte: De Pesadilla antes de Navidad a Frankenweenie: el arte de Tim Burton. Sin duda, una de las facetas más interesantes del cineasta. Gracias a Tim Burton, esta técnica de animación ha sido rescatada del olvido y en la actualidad, estudios como Aardman Animations o Laika, también se han atrevido a arriesgarse en la producción de largometrajes utilizando esta técnica. No olvidemos que los primeros pasos del director fueron en el campo de la animación, trabajando en los estudios Disney y realizando cortos como Vincent.

¿Os habéis centrado en desarrollar un estudio de los personajes protagonistas de sus películas o en cambio os centráis  en los aspectos técnicos y de producción de sus films?

PANADERO: Todos esos aspectos, técnicos, artísticos, narrativos y de producción, están presentes en cada capítulo. De alguna manera, unos compensan a otros para aportar un análisis ajustado del cine de Burton. Esos personajes protagonistas que tan bien conocemos es uno de los rasgos de autoría de Burton que no solo definen su cine, sino que definen en la actualidad lo gótico. Y precisamente el hecho de que sean tan fácilmente reconocibles es lo que a veces, sobre todo en los últimos años, les hace estar cerca de la caricatura.

Una de las principales diferencias respecto a vuestra anterior versión de la obra es la sustancial mejora en la edición. ¿Qué aspectos destacarais del resultado final ofrecido por Diábolo Ediciones?

PANADERO: Nuestro editor Lorenzo Pascual, de Diábolo, sabe por experiencia que los libros como el nuestro siguen interesando y aún tienen su mercado, pero ha tenido la habilidad, diría que de forma pionera, de readaptar el aspecto y el acabado de esos libros a las necesidades de unos lectores que viven conectados a la Red. La lectura de cualquier título de Diábolo se convierte en una experiencia física que no puede aportar un blog o una página de Facebook: tocar el libro, olerlo, detenerse en cada ilustración, ver cómo el diseño realza los contenidos… Es una auténtica experiencia.

¿Quién es el autor del prólogo?

PARRA: El autor del prólogo es Jordi Piulachs, codirector junto a Lula Gómez de La Academia de Animación, una escuela de stop motion de Barcelona. Jordi, aparte de dirigir la academia, ha trabajado como animador en diversas producciones y anuncios publicitarios por lo que su experiencia en este campo le convertía en la persona adecuada para hacerse cargo de la introducción del libro. Aparte, además de animador, es un gran cinéfilo y admirador del trabajo de Burton.

Aunque es uno de los cineastas más insólitos del cine actual ¿qué opinión os merecen sus últimos trabajos?

PANADERO: Alicia en el país de las maravillas es la película que marca un antes y un después: aunque a menudo Tim Burton se ha movido con presupuestos holgados y aunque la película conserva bastante de su sello visual, se trata de una de esas experiencias transmedia —funcionará en cines, mercado doméstico, tablets, móviles y consolas, además de diferentes series de animación. Al tiempo—, un éxito de taquilla instantáneo que funcionará pese a las malas críticas y seguramente con el tiempo será la base de un mundo narrativo tan yermo en lo artístico como lucrativo y ubicuo. Seguramente ahora es más interesante, si nos centramos en lo industrial, la capacidad de influencia del Burton productor. Puede que sus mejores películas ya estén hechas, y es posible que las que están por venir no sean más que remedos de trabajos previos, como Frankenweenie o Big Eyes. Pero Burton siempre ha hecho arte para las masas y quizás está, en ese sentido, en su punto de madurez.

Tim Burton es un cineasta inclasificable y libre de convencionalismos ¿Cómo valoráis el conjunto de su obra?

PARRA: Valorar el conjunto de su obra es algo complicado, hay muchos altibajos, sobre todo en su última época. A pesar de lo que se pueda pensar, Burton es una cineasta de encargos (con alguna excepción como Eduardo Manostijeras o Big Eyes), aunque es indudable que ha sabido dejar en ellos su huella, implicándose personalmente, y gracias a una estética inconfundible presente en mayor o menor medida en todos sus trabajos. Ese sello personal tan especial, ha logrado atraer y mantener a un público regular, muchas veces familiar, que difícilmente se hubiera acercado antes a producciones como Ed Wood o Dark Shadows. Por ese motivo, debido a que la implicación personal es menor en alguno de sus films más modernos, el tiro le ha salido por la culata en algunas ocasiones, al menos a nuestro juicio, como es el caso de la mencionada Alicia en el país de las Maravillas

Tim Burton ha elaborado en su trayectoria un catálogo de películas que en nada parece seguir los cánones comerciales que dominan en el cine comercial en los Estados Unidos ¿Qué es lo que le ha permitido mantenerse en la industria cinematográfica a diferencia de muchos cineastas de su generación?

PANADERO: Aunque efectivamente, las raíces del cine de Tim Burton se encuentran en los sótanos del audiovisual, en producciones que solo recordamos estudiosos y completistas como tú y como nosotros, y esto es algo que comparte con todos sus compañeros de generación, él ha tenido la habilidad de mantener ese discurso desde grandes estudios. Si te fijas, desde sus inicios, él trabaja perfectamente integrado en la industria. Además muchos de sus grandes éxitos son encargos, pero Burton tiene la habilidad de darles con su varita mágica y conectar con el público. Cuando finalizaban los 80, época de cine fantástico digamos blanco e inofensivo, para toda la familia, Burton supo aportar ambigüedad, oscuridad y un humor excéntrico, pero sin llegar a romper el molde. Quizá por eso una película como Eduardo Manostijeras fue aplaudida por espectadores de todas las edades 

Los rasgos comunes en la filmografía de Tim Burton son la inadaptación de sus personajes, su doble personalidad, el lado tenebroso y la no pertenencia a ningún lugar salvo a su propio mundo interior. ¿Hacéis en la obra algún análisis sobre estas constantes en el cine de Burton?

PARRA: Sería prácticamente imposible no mencionar esos detalles en buena parte de los capítulos. De hecho, gran parte del éxito del cineasta se debe al haber dado protagonismo a los perdedores y a los outsiders a lo largo de toda su obra. Eso ha cautivado a un gran número de seguidores que se identifican con sus personajes protagonistas. Algo muy en boga en la actualidad, pero que a principios de los 80 no estaba muy visto, sobre todo en el cine de Hollywood.

Aunque las películas de Tim Burton siempre despiertan diferentes reacciones, en la mayor parte de los casos, sus personajes consiguen conectar con el público. ¿A qué creéis que se debe este hecho?

PARRA: Tim Burton sabe cómo presentarnos a sus protagonistas y entender sus motivaciones. Eso hace, como hemos dicho antes, que el público conecte con personajes que, enfocados de otro modo, habría sido prácticamente imposible: Willy Wonka, Barbabas Collins o Sweeney, por ejemplo.


No queremos perder la oportunidad de que nos habléis sobre vuestros últimos trabajos, publicados también por Diábolo Ediciones, “No es fácil ser verde. El universo de Jim Henson” y “No me cuentes películas”.

PANADERO: No me cuentes películas es un libro que llevaba años rumiando y que escribí en escasos meses. Mi punto de partida era mi formación cinéfila, coincidente además con mi primera juventud, lo que da como resultado la nostalgia: los últimos cines de barrio y los primeros videoclubes. Me interesó retratar ese proceso de lo social a lo individual: antes disfrutábamos del cine en grupo, en el silencio de la sala, y ahora disfrutamos cuando queremos, donde queremos, casi siempre en soledad. Entrevistándome con estudiosos, abogados que han trabajado sobre el audiovisual, realizadores y productores, aporté mi visión de ese proceso, donde hay demasiados mitos y muchas mentiras interesadas. Por eso, ¡no me cuentes películas!

PARRA: Para mí, como les ocurre a muchos niños de mi generación, la figura de Jim Henson en mis recuerdos de infancia es muy importante. Por ese motivo, No es fácil ser verde. El universo de Jim Henson es el libro que siempre había querido escribir. Lamentablemente, hasta 2015, no había encontrado ni el editor, ni el momento adecuado. Y es que, como ocurre con Tim Burton, el mundo de Jim Henson es muy visual y para que mi idea final del libro estuviera completa, precisaba de una edición como las que hace Ediciones Diábolo para su colección Cultura Popular. Otra cosa que me interesó a la hora de escribirlo fue contar con la colaboración de gente que trabajó directamente o indirectamente con Henson, como Lolo Rico, Isabel Alba o Joan Bentallé.

Al final de todas las entrevistas, pedimos a nuestros entrevistados que nos recomienden publicaciones de  género editadas en los últimos años.  En el caso de la extensa bibliografía que existe en nuestro país sobre Tim Burton, ¿cuáles serían vuestras recomendaciones sobre lo editado de este director para los aficionados?

PARRA: De los publicados en nuestro país, al margen de los diferentes ensayos, recomendaría el cuento de Pesadilla antes de navidad, editado por Planeta, y La melancólica muerte de Chico Ostra, de la editorial Anagrama. Otro indispensable es Tim Burton por Tim Burton, un volumen en el que Mark Salisbury entrevista al director.



¿Cuáles son los libros sobre cine fantástico publicados recientemente en nuestro país que nos recomendáis?

PANADERO: Hará diez años que leí Lacrimae rerum, de Slavoj Zizek, y pienso que los que escribimos sobre cine, sobre cultura, deberíamos aspirar a hacer algo así. Exigente, denso y afilado. De las publicaciones tradicionales sobre cine de género, destaco el libro sobre Rob Zombie de Daniel Rodríguez para Ultramundo / Tyrannosaurus, un trabajo único ya que nadie en todo el planeta lo había acometido previamente.

PARRA: Mal está decirlo, pero no suelo consumir muchos libros de cine editados en España, suelo comprarlos de importación. Mi última adquisición ha sido Hollywood Gótico de David J. Skal de Es Pop Ediciones, autor de libros muy recomendables, como Monster Show: una historia cultural del horror.

Para ir finalizando, nos gustaría saber en qué medio os podemos leer regularmente y que nos comentéis en qué proyectos estáis trabajando actualmente.

PANADERO: Yo sigo a vueltas con la novela negra, dirigiendo el sello Off Versátil, coordinando la Revista Prótesis y colaborando cada semana con el breve espacio Hablar por Hablar se viste de negro, en la Cadena SER. Sobre futuros proyectos prefiero no hablar, todavía tienen que definirse más, pero seguro que en breve nos ponemos a la tecla.

PARRA: Estoy trabajando en un cómic sobre Enriqueta Martí para Norma Editorial junto al dibujante Jandro González que saldrá a la venta a finales de este año y empezando a escribir otro libro de cine. A demás de eso, junto a Jandro estoy preparando un nuevo proyecto de cómic, aunque aún se encuentra en estado muy embrionario.

Por último, os agradecemos vuestro valioso tiempo y por último os invitamos a comentar todo lo que consideréis oportuno.

PANADERO: Solo puedo darte las gracias porque hace tiempo que visito tu página y me alegró un montón verme allí referenciado. A veces da vértigo pensar que el trabajo de nuestra generación (sistematizar, estudiar, profundizar en la cultura audiovisual, romper barreras para acabar con dicotomías desfasadas como “alta y baja cultura”) podría desaparecer en unos años. De hecho este trabajo ya se ha devaluado y quizás deje de interesar. Todo esto dibuja un futuro siniestro de espectadores pasivos, poco o nada exigentes… Pero páginas como la tuya ayudan a que pueda haber cierta permanencia. Muchas gracias, tío.

PARRA: David ya lo ha dicho todo, poco más puedo añadir, lo único que se me ocurre es recordar a los niños que no olviden supervitaminarse y mineralizarse.

Muchas gracias por vuestra atención. 

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