jueves, 27 de noviembre de 2014

LA BELLA Y LA BESTIA, DIARIO DE RODAJE


La Bella y la Bestia, diario de rodaje

El final de la guerra le trajo a Cocteau la ocasión de volver al cine para hacer su primer largometraje, La Bella y la Bestia. El cineasta casi debutante tiene cincuenta y cinco años y decide llevar un diario de rodaje. Pero la imagen que el libro daba de lo que suponía hacer una película distó de ser complaciente. En llamativo contraste con el aspecto feérico de la historia, los detalles que Cocteau consigna sobre su trabajo son a menudo los de menos brillo, los más grisáceos. A la economía de posguerra en la que le película se produjo —lotes de negativo de azarosa procedencia, cortes de electricidad—, se suma el efecto que en la salud de Cocteau tuvieron los trabajos pesados del cine. El libro se convierte en un registro tan sensible como la propia piel del cineasta, que en los nueve meses que duró la realización de la película padeció penosa enfermedades cutáneas. Cocteau ya había volcado una vez en un diario su alma y, en realidad, su cuerpo en carne viva, aquejado de las peores dolencias (Opium, 1930). ¿Qué había en las fatigas narradas en este libro que, pese a todo, acertaba a colocar el cine por encima de lo demás en la imaginación de sus jóvenes lectores?

Detalles:
Prólogo: Miguel Marías
Traducción: Vanesa G. Cazorla
Editorial: Intermedio Ediciones
Páginas: 224
Año: Noviembre 2014
EAN: 9788461719181
ISBN: 978-84-617-1918-1
Precio 20,00 EUR

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