DE GOBLIN A ARGENTO: UNA VIDA DEDICADA A LA MÚSICA Y EL CINE
Claudio Simonetti y Giovanni Rossi
Traducción de Santiago Alonso
Pocas formaciones de rock asociadas casi en exclusiva a las bandas sonoras de películas son tan conocidas en el mundo como Goblin. Todo empezó cuando sus componentes grabaron la música de Rojo oscuro, la obra maestra del italiano Dario Argento, en 1975. Claudio Simonetti, uno de sus fundadores, y maestro de los teclados (piano, órgano, sintetizador…), cuenta en sus memorias los pormenores relacionados con el nacimiento y desarrollo de una banda de culto que supo añadir a las imágenes más terroríficas el mejor rock progresivo, una combinación perfecta que han disfrutado desde los años setenta los aficionados al cine en general, y del de terror en particular. Así, además del disco Rojo oscuro, han quedado para la eternidad los temas asociados a Suspiria o Tenebre, a los que habría que añadir el también alabado trabajo de Simonetti en solitario para largometrajes como Phenomena o Demons.
Pero la autobiografía De Goblin a Argento: Una vida dedicada a la música y el cine (publicada en Italia en 2017) desvela, además, muchísimas facetas de la carrera profesional de Claudio Simonetti poco conocidas para el lector español. Desde la composición musical para otros cineastas, entre quienes destaca Ruggero Deodato, y otros géneros, hasta su contribución decisiva en la música disco que después derivó en el famoso italo disco durante los años ochenta, aparte de su presencia en televisión o su intensa labor como concertista. El teclista es a día de hoy, junto con su grupo, Claudio Simonetti’s Goblin, el mejor guardián de las esencias de una banda mítica, tal como demuestran sus exitosas giras por medio planeta.
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