La obra “Amicus, Terror británico más allá de la Hammer” ha sido
publicada hace unos meses por The Force
Books y cuenta la historia completa del período creativo de 20 años de la
productora inglesa de cine independiente Amicus comenzando con los musicales de
rock de la década de 1950 y trazando su ascenso a través de las dos películas
de Dr. Who en la gran pantalla (Dr. Who y los Daleks, Daleks – Invasion Earth:
2150 AD , las cintas de ciencia
ficción , sus antologías de terror
clásico ( Cuentos de la cripta, La bóveda del horror y por último las fantasías prehistóricas (La
tierra que el tiempo olvidó, La gente que el tiempo olvidó).
Una vez más, la editorial The Force Books nos ofrece un libro sobre una temática
de la historia del cine de género fantástico que ha sido prácticamente olvidada
en nuestra bibliografía. En comparación con Hammer, hay muy poco escrito sobre este
estudio inglés. A diferencia de la gran conocida Hammer, con varios ensayos
publicados en nuestro país os presentamos lo que supone una obra de referencia sobre
la que se considera la segunda productora inglesa de cine fantástico en
importancia. El libro escrito por Antonio Piñera García trata sobre la historia
de los estudios Amicus, detallando el desarrollo del estudio desde sus primeras
obras de los años cincuenta hasta finales de los setenta. El trabajo de Piñera
nos brinda una visión general única y completa de la productora que va más allá
de las películas antológicas de episodios que podemos conocer por las que
destacaría a mediados de los setenta.
En las décadas de los sesenta y setenta el estudio que competía
directamente con la Hammer era Amicus. Si Hammer era la gran dama del horror
británico, Amicus representaban la competencia independiente y ruidosa. Hammer
era majestuoso e histórico, mientras que Amicus eran combatientes. Hammer se centraba en castillos y capas
góticas, mientras que el tipo de horror que ofrecía Amicus era contemporáneo y
más familiar ofreciendo obras que por lo general han envejecido bien con el
paso del tiempo.
Antonio Piñera nos brinda una breve historia de los orígenes de la
productora Amicus Studios creada por Subotsky y Max Rosenberg, sus primeros
pasos como productora de cine especializado en el horror y su consolidación en
los años setenta. De 1957 a 1965, las producciones de Hammer Film dominaron
totalmente el terror británico. En esos siete años, Hammer también se había
sacudido fácilmente cualquier competencia. Fue el éxito inevitable de las
películas de Hammer lo que condujo a una avalancha de imitadores y ninguno fue
tan prolífico como Amicus. En 1965, el escritor Milton Subotsky y el productor
Max J. Rosenberg lanzaron una película de antología llamada "Dr. Terror's
House of Horror's" y durante la próxima década, bajo el lema de Amicus
Productions, sería una fuerte competencia para la Hammer. Este film con el que irrumpieron en la escena
fantástica británica era una antología
que presentaba historias de suspense y terror sobrenatural.
Mientras Hammer Films, su mayor rival seguía produciendo películas
narrativas basadas libremente en las novelas originales de Frankenstein y Drácula,
Subotsky y Rosenberg optaron por el formato de antología como pilar de la
producción de sus estudios. Los propietarios/productores de Amicus no inventaron
la antología de terror. Simplemente tomaron un formato preexistente y lo
trasladaron a la pantalla. Pero lo convirtieron en un subgénero propio y
dejaron tras de sí una huella profunda en el subgénero terrorífico de la época.
El éxito de Dr. Terror alentó a los socios a producir más de lo mismo y en los
años siguientes, Torture Garden, The House That Dripped Blood, Tales From the
Crypt y otros títulos asociaron para siempre el nombre de Amicus con las
antologías de películas de terror.
La productora Amicus es bien conocida por sus películas de antología y
lograría un notable éxito internacional con películas como "Tales from the
Crypt", "The House that Dripped Blood" y "Asylum". Piñera
señala que los intentos de Amicus de hacer largometrajes narrativos únicos
tuvieron menos éxito, pero acertaron en algunas ocasiones. La obra nos ofrece
buenas descripciones de todos los títulos que forman parte de la filmografía de
este estudio británico incluyendo los puntos débiles y fuertes de cada uno de
los films. El autor hace un buen trabajo al seleccionar aspectos destacados
interesantes y también los aspectos negativos a lo largo de los años de su
filmografía.
Pero a principios de los setenta, la fórmula antológica de Amicus se desgastó
, en parte debido a la explotación del género terrorífico y a las nuevas e
innovadoras propuestas norteamericanas.
‘Amicus, terror británico más allá de la Hammer’ es una mirada en
profundidad a un conjunto de películas que fueron únicas y presentaron no solo
el talento de los íconos del terror Peter Cushing y Christopher Lee, sino
también el de docenas de los nombres más famosos de la pantalla británica en
las décadas de 1960 y 1970. Subotsky y Rosenberg consiguieron robar a la Hammer
a las estrellas de terror más populares de la década, Peter Cushing y
Christopher Lee y también contaron con una extensa lista de actores conocidos
por sus apariciones televisivas en la pequeña pantalla inglesa. Su éxito
condujo a títulos igualmente intrigantes como Torture Garden (1967) con el
veterano actor Burgess Meredith The House That Dripped Blood (1971), Tales From
the Crypt (1972), Asylum (1972) The Vault of Horror (1973) y From the Beyond
the Grave (1974). El escritor también detalla los puntos más destacados de la
carrera de las diversas estrellas en estas películas que participaron en los
títulos de la productora.
Antonio Piñera es también es un conocido especialista sobre bandas
sonoras cinematográficas y no son pocos los títulos que sobre compositores de
bandas sonoras (Wojciech Kilar, Miklos Rozsa o Vangelis) han visto la luz en nuestro
país de su autoría. En esta obra que nos ocupa dedica un amplio capítulo
desgranando las bandas sonoras de las películas más destacables así como de sus
compositores rindiendo así un homenaje a los compositores que trabajaron para
la Amicus.
También se destacan en la obra las escenas eliminadas de cada film por
lo que esta información vale su peso en oro... especialmente útil para coleccionistas
de DVD y Blu Ray que investigan qué ediciones de las películas comprar
alrededor del mundo.
Cierra la obra una filmografía completa con ficha técnica de las
películas que formaron el amplio catálogo de la productora. Piñera sabe muy
bien cómo ofrecer al lector contexto para las películas específicas que nos
está descubriendo a cada lector aportando una idea del proceso de guion y del
desarrollo de cada proyecto para las películas citadas en el estudio.
Piñera nos brinda un ensayo realmente entretenido y, al menos igual de
importante, esclarecedor sobre las famosas antologías de terror de Amicus así como
para descubrir nuevas joyas desconocidas de esta productora que no han sido tan
conocidas para los aficionados al cine de terror.
Donde el libro realmente sobresale es en su presentación visual, está a
todo color con algunas maravillosas imágenes fijas y carteles que le dan al
lector una idea de cómo se comercializaron estas películas en distintos países.
A través de su atractivo diseño, como suele ser norma de la casa de The Force
Books, podemos disfrutar de un auténtico festín visual con numerosos posters,
fotocromos o fotografías de cada película que suponen más de la mitad del
contenido de la obra diseñado de manera competente, cubriendo la producción del
estudio con exhaustivo detalle.
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