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domingo, 27 de julio de 2025

RESEÑA DE "RETÓRICAS DEL CINE DE TERROR: 50 PELÍCULAS ESENCIALES PARA EL ESTUDIO DEL TERROR CINEMATOGRÁFICO" DE EDITORIAL UOC

 

 "Retóricas del cine de terror: 50 películas esenciales para el estudio del terror cinematográfico" podría considerarse como un compendio académico y divulgativo que recorre la historia del cine de terror a través de sus obras más influyentes. 

El análisis de las 50 películas recomendadas por el autor va precedido de una introducción de 15 páginas donde se define el género, sus subgéneros y los motivos argumentales fundamentales de este tipo de películas.

El cine de terror es uno de los géneros más antiguos, resilientes y mutables de la historia del séptimo arte. La obra recorre el cine de terror desde sus orígenes en el cine mudo con obras pioneras como Nosferatu (1922), hasta sus múltiples transformaciones en la era del llamado "horror elevado" (It follows)y según el autor el género ha acompañado las ansiedades colectivas y obsesiones culturales de cada época. Más que un simple vehículo de sustos, el terror ha sido una forma privilegiada de explorar lo reprimido y lo invisible. En la introducción de Rubén Higueras Flores deja claro el establecer un mapa conceptual de las principales tradiciones, estructuras narrativas y transformaciones visuales que enmarcan las 50 películas esenciales que componen este volumen.

Rubén Higueras Flores define qué es el cine de terror y esto implica ir más allá de una descripción emocional. Aunque el género se asocia comúnmente a provocar miedo, tensión o inquietud, estas reacciones son solo la superficie. El cine de terror es una construcción estética, narrativa y cultural, que adopta formas religiosas, psicológicas, sociales o filosóficas según el contexto. A diferencia de géneros como el drama o la comedia, el terror opera en los márgenes de lo racional, activando lo monstruoso, lo prohibido, lo desconocido. 

Dentro de esta lógica, el género ha dado lugar a una rica variedad de subgéneros, como el terror gótico, el horror sobrenatural, el slasher, el body horror, el found footage, el horror cósmico, el folk horror, las historias de zombies o el terror psicológico y político. Cada una de estas formas representa un modo particular de articular el miedo en términos visuales, narrativos y simbólicos. A su vez, existen motivos argumentales recurrentes ,el monstruo, la casa encantada, el doble, la infancia amenazada, la maldición , que funcionan como arquetipos capaces de adaptarse a nuevos contextos. Estos patrones no son meras fórmulas, sino reflejos simbólicos de miedos colectivos: desde el trauma, la identidad, la represión sexual, hasta el mal estructural de la sociedad.

En ese sentido, el cine de terror ha sido históricamente un espejo de nuestras ansiedades más profundas. El miedo al otro durante la Guerra Fría, el trauma del Vietnam, la paranoia del contagio en los años 80, la violencia urbana de los 90 o el racismo estructural del siglo XXI, encuentran en el horror cinematográfico un espacio de representación visceral. Por ello, este libro no propone un canon cerrado, sino una selección crítica de 50 películas fundamentales que permiten estudiar las retóricas del miedo desde múltiples perspectivas. Cada ficha incluye sinopsis, contexto histórico, análisis visual y recepción crítica, con la intención de comprender cómo el cine de terror ha evolucionado, no sólo como género, sino como dispositivo cultural. Sin duda una obra recomendada para los que quieran introducirse en los títulos imprescindibles de este género cinematográfico. 

A través de la recopilación de las cincuenta obras a través de una acertada selección del autor queda patente que en la obra tienen cabida todos los subgéneros del cine de terror conformando una taxonomía rica y fluida que permite explorar el miedo desde múltiples ángulos. El terror gótico, influido por la literatura romántica, se asocia con castillos, niebla, fantasmas y climas melancólicos ; el horror sobrenatural recurre a entidades demoníacas, posesiones y fenómenos paranormales ; el slasher y psycho-killer presenta a jóvenes perseguidos por asesinos con traumas ocultos, sangre, persecuciones y la figura icónica de la final girl ; el body horror se centra en la transformación y corrupción del cuerpo físico ; el terror psicológico, más introspectivo, se enfoca en la percepción distorsionada y la fragilidad mental ; el estilo found footage utiliza cámaras “amateurs” y estética documental para intensificar el realismo ; el horror cósmico o existencial, inspirado en Lovecraft, invoca el miedo a fuerzas incomprensibles y a la insignificancia humana ; el folk horror remite a lo ancestral, lo rural y lo ritualístico, a menudo con un tono pagano o mítico ;el subgénero de zombies y plagas expresa temores pandémicos, de contagio y de pérdida de individualidad frente a la masa ; finalmente, el terror social y político utiliza el horror como vehículo para denunciar el racismo, sexismo, clasismo o autoritarismo visibilizando injusticias estructurales a través del miedo.

A través de los largometrajes seleccionados descubrimos que el género del terror, como todo sistema narrativo, trabaja sobre una serie de motivos o patrones que se repiten y resignifican según el contexto: El monstruo: encarnación del otro, de lo reprimido, de lo excluido socialmente (el vampiro, el licántropo, el asesino). La casa encantada: espacio doméstico convertido en territorio de lo desconocido. Representa la corrupción de lo familiar. El doble o doppelgänger: la figura del otro que es igual a uno mismo. Reflejo de la identidad dividida. El cuerpo invadido: desde la posesión demoníaca al embarazo alienígena, el terror a perder el control físico. La maldición o el castigo: personaje que rompe una norma y es castigado por fuerzas superiores o ancestrales. El ritual: lo oculto, lo pagano o lo religioso como canal hacia lo inexplicable, lo peligroso o lo prohibido. La infancia amenazada: el terror como pérdida de inocencia, o como la sospecha de que el niño ya es portador del mal.

La selección de las 50 películas que conforman el corpus de este libro responde a una doble estrategia: por un lado, elegir obras clave que hayan innovado en lenguaje, argumento o forma; por otro, ofrecer una muestra representativa de los grandes temas, contextos y estéticas del género. No se pretende establecer un canon definitivo, sino abrir puertas para el análisis crítico del aficionado al género de terror cinematográfico.

Cada ficha de unas tres páginas de media incluye:  Sinopsis argumental, Contexto histórico, análisis del film, su estilo visual y recepción crítica y legado. En la selección del autor no solo encontramos “grandes éxitos” o “clásicos” sino que también : hay espacio para rarezas, cine de autor, producciones independientes y títulos internacionales que han ampliado los márgenes del horror.

En conclusión, Retóricas del cine de terror: 50 películas esenciales para el estudio del terror cinematográfico se consolida como una guía esencial para todo aquel que desee entender cómo el cine ha articulado nuestros miedos a lo largo del tiempo. Al combinar una selección rigurosa de títulos con una escritura accesible pero informada, el libro no solo traza una genealogía del género, sino que ofrece herramientas críticas para explorar sus múltiples capas simbólicas y sociales. Es una obra que dialoga con aficionados y estudiosos por igual, abriendo la puerta a un viaje cinéfilo tan escalofriante como revelador.



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