miércoles, 6 de abril de 2016

CHARLAMOS CON RAMÓN ALFONSO , AUTOR DE "QUENTIN TARANTINO. EL SAMURAI COOL"



ENTREVISTA A RAMÓN ALFONSO

Hace unas semanas , coincidiendo con el último estreno de Tarantino,  T&B Editores reeditó el libro que publicaste en el año 2013 ¿en qué medida se ha actualizado el libro desde aquella primera edición?

Se han añadido el análisis de Django desencadenado y un capítulo completo dedicado a Los odiosos ocho. Además he aprovechado para ajustar algunas cosas e incluir un fantástico prólogo que ha escrito mi amigo el maestro Joaquín Vallet.

Con la bibliografía existente sobre este director, ¿qué aporta tu obra al resto de libros dedicados al cineasta?

No creo ser la persona oportuna para responder a esta cuestión. Desde luego mi libro se construye desde la perspectiva analítica y rechaza los aspectos más superficiales encadenados a la figura del autor de Malditos bastardos. Como escritor procuro siempre que mis textos sean lo más completos e interesantes. 

¿Ha sufrido algún cambio en cuanto a la estructura del libro esta reedición?

No, además no ha habido demasiado tiempo para abordar la actualización. En consecuencia no se presenta ninguna transformación importante. El libro continúa siendo en esencia el mismo que apareció hace tres años. La principal novedad, claro, reside en la incorporación del texto de Los odiosos ocho.

¿Has destacado su carácter multifacético, como productor, guionista e incluso actor o te has centrado en sus trabajos como director?

Para mí por encima de cualquier otra consideración Tarantino es director. Sigo pensando que junto a David Fincher o Paul Thomas Anderson es el más sobresaliente realizador estadounidense de su generación. El resto de máscaras que luce son obvia consecuencia de su labor principal por lo que necesariamente el libro debe centrarse en su principal, y más apasionante, ocupación.



En tu opinión, ¿Continúa siendo el infant terrible del cine norteamericano de sus primeros trabajos o ha perdido fuerza su cine con el paso de los años?

La idea de enfant terrible es una etiqueta que no significa demasiado, más allá del marketing, y pienso que Tarantino hace mucho tiempo que se ha librado de ellas. Acaba de presentar una obra soberbia, una de las mejores de su filmografía, con la que se recupera de las lesiones de Django. ¿Perder fuerza? Su mirada cada vez es más emocionante y compleja.

Aunque en el cine de Quentin Tarantino podemos encontrar multitud de influencias de distintos cineastas, ¿Podemos hablar de un sello Tarantino?

Es un maestro del collage cinematográfico, desde luego. Sus obras se empiezan a construir a partir de la reunión de incontables retazos robados. Su capacidad para personalizarlos seguidamente y construir una obra nueva y única es asombrosa. Cualquier película de Tarantino es perfectamente reconocible. Por supuesto, si lo queremos denominar así, hay un claro e individualista sello artístico.

¿Cuáles son las constantes de su cine que llaman tu atención? ¿Qué tienen sus películas que tengan detractores y amantes de su cine a partes iguales?

Principalmente, la pasión que cada uno de sus fotogramas desprende. Hay muy pocos cineastas en la actualidad que evidencien un amor por el medio y el oficio como Tarantino. Construye sus películas ajeno a modas o metamorfosis artísticas, consciente de su estatus de rara individualidad. Sus películas son rabiosamente personales, únicas, y no dejan indiferente.

Unos de los tópicos habituales al hablar de su cine es la apología de la violencia que muchos parecer encontrar en sus películas ¿El uso de la violencia está justificado en sus films? En tu opinión, ¿qué tratamiento hace de la violencia este director?

Los films de Tarantino están por lo general construidos milimétricamente. Pocos elementos surgen del puro azar. La violencia forma parte del discurso, de la mirada, del realizador desde su primera película. El tratamiento es siempre sorprendente, audaz. Puede manipularla desde una inflexión cercana al cómic, al esteticismo, o inclusive transformarla en una rara abstracción alegórica. Como bien dices, el tema de la apología violenta en su cine es otro de los tópicos habituales.  



¿Cuál es la película que más te gusta del cineasta? Por otro lado qué títulos de su filmografía recomendarías a los aficionados para introducirse en el particular universo Tarantiniano?

Mi Tarantino favorito continúa siendo Malditos bastardos. Es una película fabulosa. Un ejercicio prodigioso de narración. No obstante, pienso que el título idóneo para empezar a descubrir el universo del realizador es Pulp Fiction. El impacto que provoca en el espectador, todavía hoy, es asombroso. Más que una carta de presentación es una fabulosa declaración de intenciones.

¿Crees que llegará el día en que Tarantino se integre en la maquinaria de Hollywood  y llegue el momento en el que sea más reconocido su trabajo?

Dudo que una individualidad tan apasionada y libre pueda llegar a integrarse en un sistema tan vigilado como el del Hollywood contemporáneo, y más a estas alturas. Me temo que tal y como ha sucedido siempre con las figuras incómodas  se acabará reconociendo su trabajo oficialmente en la gran industria con un insulso Oscar honorífico que se le concederá, en el mejor de los casos, demasiado tarde. 

¿Tienes disponibles el calendario más inmediato de presentaciones de esta nueva edición de ‘QUENTIN TARANTINO El Samurái Cool’?

No, por ahora no se ha fijado un calendario. Hice bastantes presentaciones con la primera versión, pero esta actualización aparece en un momento en que tengo bastante trabajo, por lo que dudo que pueda dedicar tiempo suficiente al recorrido por distintos espacios.


Comienzas, tu producción editorial en solitario en 2013.En ese año publicas dos obras y el año siguiente otras dos, principalmente centradas en el cine de género. En el año 2015 haces un parón editorial, entendemos porque estás preparando un nuevo trabajo, ¿puedes contarnos algo sobre tu próximo libro?

En efecto, durante dos años publico cuatro libros. Es un ritmo casi agotador, por lo que decido abordar 2015 bajo un enfoque de trabajo distinto. El pasado año colaboré en varios libros colectivos, El universo de Orson Welles, Cine fantástico y de terror español o un monográfico, coordinado por Vallet, sobre Mariano Barroso, por lo que la pausa es relativa. No obstante, acertáis, estoy trabajando en varios proyectos, una monografía sobre George Lucas y un libro sobre el que de momento prefiero no desvelar demasiado.

 ¿Te podemos leer en algún otro medio habitualmente?

No con regularidad. Puedo colaborar esporádicamente en alguna publicación pero el grueso de mi trabajo, más allá de la labor docente, imparto clases de Historia del Cine, se centra en la escritura de libros vinculados al medio.

Ya estrenada, la última cinta del director ¿Qué te ha parecido su último trabajo?

Como decía antes, me parece un film extraordinario. Es una experiencia hipnótica. Una pieza de horror, camuflada tras el embalaje western, con la que Tarantino aborda desde una perspectiva emocionantemente crítica y desencantada la sangrienta historia de Estados Unidos demoliendo la célebre máxima estampada por Ford en torno a la leyenda en El hombre que mató a Liberty Valance.

¿Qué opinas de la ausencia de ‘Los odiosos ocho’ en las nominaciones a los premios Oscar de este año?

Era una ausencia anunciada. El listado de títulos nominados este año ofrece una radiografía inmejorable del momento de crisis creativa que la gran industria, acobardada y titubeante, arrastra desde hace demasiados años. Más allá de alguna excepción tampoco demasiado significativa, los largometrajes presentados a competición nadan a favor de la corriente y tratan, con molesta complicidad, de sostener un espejismo imposible.

Te agradecemos tu tiempo y si quieres añadir algo más este es el momento.

Ha sido un placer charlar con vosotros. Muchas gracias.

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