Pablo Mérida trabaja como redactor de textos free lance desde hace tiempo. Además de colaborar en diversas publicaciones relacionadas con el cine y realizar coleccionables del mismo tema. Además es autor de numerosos trabajos sobre cine , como los monográficos dedicados a los realizadores Sergio Leone (Ed. Júcar, 1988) y Michael Curtiz (Ed. Cátedra, 1996), las enciclopedias El Cine (Larousse, 2002) y El Cine Español (Larousse, 2002) o los estudios sobre algunos fenómenos cinematográficos de carácter popular, tipo El boxeo en el cine (Ed. Laertes, 1995), el consagrado a la figura de El Zorro y otros justicieros de película (Ed. Nuer, 1997), Comunicaciones de cine (Everest, 2009), Cine a la carta (2009) y Cárceles de cine (Everest, 2011). Además tiene tiempo para sumergirse en el terreno de la ficción, escribiendo las obras juveniles ‘Aprendiendo a ser mala’ (La Esfera de los libros, 2009) y ‘Mentiría si dijera que te quiero’ (La Esfera de los Libros, 2009), y la novela El día que perdimos el sentido arácnido (La Esfera de los Libros, 2010).
ENTREVISTA A PABLO MÉRIDA, AUTOR DE "CINE DE TERROR, GUÍA 2016"
Has publicado libros de subgéneros muy interesantes sobre los que existe poca bibliografía en España como el dedicado a ‘El zorro y otros justicieros de película’ , ‘El boxeo en el cine’, ‘Django y los ángeles de la muerte del western europeo’, ‘Hércules y los hombres fuertes del cine épico’, ¿qué te atrajo de publicar acerca de estos subgéneros tan distintos?
Pertenezco a una generación que creció en el cine de barrio. Pero, en el de verdad, donde pasabas las tardes de los sábados entre péplums, westerns europeos y alguna película de Tarzán, mientras merendabas pan con chocolate. Y eso —te lo aseguro— marca, aunque no sé si para bien o para mal.
Eres un autor prolífico, que publica al año una o dos obras, combinando la novela, con diversos ensayos cinematográficos y de otros géneros. Revisando tu obras se puede llegar a pensar que la regla número uno de todo escritor, es que nunca debe especializarse.
No seré yo quien dicte reglas para los escritores. Lo que sí tengo claro es que cada libro, cada trabajo, cada reportaje, es una oportunidad única para aprender, para descubrir nuevas realidades o matices de lo que pensábamos que ya sabíamos. Al fin y al cabo, una oportunidad para disfrutar.
Tu regla número dos parece ser la siguiente: ¡publicar de cualquier forma. Si no me lo publican, me autoedito!
A ver, pensad en la cara de espanto que hubiera puesto cualquier editor si llego, en plena crisis económica, con un manuscrito titulado Django y los ángeles de la muerte del western europeo. Las editoriales necesitan asegurar su subsistencia. Es lógico. Y solo pueden conseguirlo publicando obras más o menos comerciales. Como yo me suelo meter en terrenos poco comerciales y no quiero provocar una úlcera a ningún editor, tiene sentido que acabe autoeditando ahora que existen muchas plataformas que te lo permiten.
En algunos casos tus obras han sido revisiones y ampliaciones de obras impresas editadas hace años como el caso de El llanero Solitario y los enmascarados del western. ¿Has desistido de buscar un editor para estos títulos o quizás vean la luz en un futuro estas obras en formato tradicional en versiones ampliadas?
Estoy investigando fórmulas para poner al alcance de quien esté interesado versiones completas de algunos títulos míos en formato tradicional.
Eres un apasionado del Spaghetti Western y muchos de tus libros se han centrado en este subgénero ¿qué nos puedes contar sobre las obras centradas sobre este género?
El primer libro que publiqué sobre cine fue un monográfico dedicado a Sergio Leone, que lo editó la ya desaparecida editorial Júcar, cuando en España apenas nadie se atrevía a
editar libros de cine. Supongo que fue como el primer aviso. Antes de que aquí empezaran a proliferar biografías de Marilyn o Brando, a mí ya me apetecía ver cosas sobre los westerns europeos. Es un subgénero que me fascina y sobre el que se han publicado libros fantásticos. Supongo que si de pequeño alguien me hubiera preguntado, «y tú ¿qué quieres ser de mayor?», es posible que le hubiera contestado «escritor de libros sobre el western europeo». Así de mal estoy.
Nos llama la atención el número de libros que has editado. Algunos han visto la luz en formato digital. ¿Qué piensas de la idea preconcebida de un libro es de menor calidad si no está impreso en papel?
Como consumidor, el papel me tira más. Como autor, el formato digital te permite compartir con más facilidad tus trabajos. ¿Calidad? A mí una buena canción me lo parece tanto reproducida en vinilo como en un CD. Existirán matices, pero, si el material es bueno, la experiencia siempre resultará satisfactoria.
Además de la flexibilidad para la actualización y confección de obras , ¿Qué ventajas te ofrece este medio frente al libro tradicional?
Para el autor, la posibilidad de llevar a cabo proyectos personales sin ningún tipo de condicionamiento y la oportunidad de compartirlos con otras personas que cuenten con similares inquietudes. Esto puede parecer algo simple, pero es algo revolucionario en el campo de la creación, y creo que poca gente se ha percatado de su enorme importancia.
Si nos centramos ya en tu último libro, Cine de terror: Guía 2016, ¿nos gustaría conocer cuál es el enfoque del libro? ¿Es una guía de tus recomendaciones del cine más reciente?
Sí, surgió como el deseo de aglutinar toda la producción de cine de terror internacional estrenada durante el año 2015, en salas comerciales y en festivales. Pronto me di cuenta que hacer una recopilación exhaustiva resultaba de todo punto imposible por el vasto número de producciones existentes, así que al final opté por una selección.
¿Qué subgéneros contiene 'Cine de Terror.Guía 2016'?
Creo que hay una buena representación de todos los subgéneros de éxito del cine de terror actual: por supuesto, zombis, casas encantadas, posesiones, naturaleza salvaje, supervivencia…
¿Cómo destacarías este libro para el aficionado dentro de la creciente bibliografía creciente de cine fantástico que disfrutamos durante los últimos años?
Para el aficionado de verdad, me parece que es una oportunidad de tener a mano lo más representativo del género y asegurarse de que no se le ha escapado nada, cosa que hoy en día, con la creciente producción de películas de terror, resulta todo un reto.
Además del papel, ¿en que plataformas puede encontrarse el libro?
De momento, existe una versión digital realizada en la plataforma iBooks para iTunes. En estos momentos, estoy mirando la posibilidad de crear otra versión digital para que pueda ser accesible también a otras plataformas, como Google Play o la misma Casa del Libro, pero no prometo nada. Cuando trabajas con obras extensas —como es Cine de terror. Guía 2016—, adaptarla a distintos formatos digitales resulta una tarea bastante laboriosa, sobre todo si quieres asegurarte que el resultado para el lector sea bueno.
Has tratado en muchas de tus obras, a través del formato digital propuestas muy originales sobre temas y subgéneros que ningún editor se atrevería editar.
Sí, es un poco lo que te comentaba antes. Muchos proyectos en los que trabajo creo que no serían del gusto de los editores de hoy en día.
¿Usas para tus publicaciones plataformas de financiación en la red o te autofinancias?
Busco fórmulas de edición que la única inversión para el autor sea su tiempo. Y, por suerte, cada vez son más numerosas y presentan mejores acabados, lo que te permite asegurar una buena experiencia de lectura.
¿Desde tu punto de vista como autor, que evolución ha sufrido el panorama editorial en nuestro país en relación a la bibliografía sobre cine fantástico o de género?
Notable. Hace pocos años, nadie apostaba por publicar libros de cine de género. Esto ha cambiado. Bajo mi punto de vista, muchos fanzines y autoediciones han contribuido a ello. Hoy en día se pueden encontrar libros estupendos y confío en que esto no haya hecho más que empezar.
En relación a ‘Cine de terror: Guía 2016’ , ¿sobre qué etapas cinematográficas te centras? ¿Haces hincapié en los últimos años?
Como comentaba antes, la idea es que todas las películas que aparecen en la guía hayan visto la luz en 2015, dentro o fuera de España.
¿Puede ser este el primero de una colección que repase a lo mejor de la producción anual de cine de terror?
Esa es la idea. Desde luego, la guía del 2017 existirá con toda certeza porque ya estoy trabajando en ella.
¿Haces hincapié en las recomendaciones o también incluyes producciones sobre las que debe huir el aficionado?
Con el cine de género yo creo que hay que ser generoso y cariñoso. Bastantes palos dan ya los críticos de prestigio como para que los aficionados nos metamos con este tipo de películas. Además, yo incluso disfruto con las películas de género malas. ¿Por qué huir? Eso es de cobardes.
¿Cuáles son las constantes de las últimas producciones de cine de terror de los últimos años que has encontrado en tu estudio?
Hay algo interesante que remarco en la introducción que es la adopción de las nuevas tecnologías como instrumentos narrativos. No sé si me explico. Me refiero al hecho de introducir en el relato cámaras de seguridad, pantallas de ordenador y cosas por el estilo que le dan a las producciones un aire más documental y, por consiguiente, auténtico. Aunque es un fenómeno creciente en todo el cine, el género del terror creo que le está sacando un gran partido.
El cine de terror actual, tiene como fuentes de inspiración para sus nuevos proyectos , revisitaciones, remakes y versiones de películas clásicas. ¿Qué opinión te merece este hecho?
Es algo a lo que ya estamos acostumbrados, aunque los originales —cuando se trata de auténticos clásicos— suelen poner en evidencia las carencias de los recién llegados. Hay personas —y sobre todo estudios— con escasa creatividad que piensan que por renovar un clásico tienen asegurada la atención del aficionado, cuando en realidad pueden estar cavando su propia tumba.
En los últimos años conviven las grandes producciones con películas de presupuestos más modestos. En los últimos años en los festivales de cine fantástico estamos habituados a encontrarnos con cientos de producciones low cost. ¿Podemos encontrar en estas producciones las historias más arriesgadas y originales?
Igual que ocurre en el campo editorial, las nuevas tecnologías han «democratizado» distintas áreas de creación. El cine digital ha abierto las puertas a una gran cantidad de aficionados al género que se atreven a montar proyectos con escasez de medios. No siempre son ideas arriesgadas. Como se puede comprobar en el libro Cine de terror. Guía 2016 hay muchos cineastas debutantes que lo que quieren es rendir homenaje al cine de terror con el que crecieron, como los populares slashers de los años 80. Pero no cabe duda que también existen casos de cineastas que proponen historias rompedoras y narrativas más arriesgadas. Ya se sabe que el hambre agudiza el ingenio.
¿Cuáles son tus películas preferidas dentro de este género de los últimos años?
Uff, hay un montón. Me gustó mucho It Follows (2014), de David Robert Mitchell. Creo que demostraba cómo se puede ser creativo dentro del género sin necesidad de contar con una gran inversión, ni siquiera prestando especial atención a los efectos especiales. En este sentido, también tenía una arranque muy potente The Guest (2014), de Adam Wingard, aunque luego le costaba un poco más resolver.
¿Qué cineastas de la última hornada te parecen más interesantes dentro del género fantástico?
Personalmente, le seguiría la pista al turco Can Evrenol responsable de la devastadora Baskin (2015), una película que pone de manifiesto que por ahí nos pueden llegar sorpresas agradables a los amantes del género. Lo mismo puede decirse de Craig William Macneill y Robert Eggers, autores respectivamente de dos producciones a tener muy en cuenta: The Boy (2015) y La bruja (2015).
¿Existe algún director o productora que puede quedar oculta entre tanta producción del género de terror?
Claro, un montón. Lo que ocurre es que el aficionado al género del terror es muy despierto y enseguida es capaz de encontrar aquellos cineastas a los que seguir. Yo, por ejemplo, veo que con simpatía el trabajo de la gente de SpectreVision, una productora bastante activa a la que está vinculado el actor Elijah Wood y que está detrás de algunas producciones bastante sugerentes, como Dulces criaturas (2014), Una chica vuelve a casa sola de noche (2014) ola ya citada The Boy (2015).
¿Te centras en los estrenos cinematográficos o también dedicas un apartado al cine estrenado para el mercado doméstico?
No hago un apartado específico, pero sí que hay muchas películas que menciono que, tanto en Estados Unidos como en España, ven la luz directamente en el mercado doméstico.
¿Reseñas únicamente los títulos estrenados en España o los que se han estrenado más allá de nuestras fronteras?
En todo el mundo.
¿Qué director o directores te parece que aportaron más innovaciones al cine de terror moderno durante los últimos años?
Pues aquí voy a romper una lanza a favor de las mujeres porque tengo la sensación de que son ellas las que están aportando una mayor creatividad al género. La actriz y directora Jennifer Kent, responsable de Babadook (2014) creo que mostró un gran talento creativo a la hora de abordar el tema de los cuentos de terror. Del mismo modo, me parecen muy interesantes las aproximaciones al terror más cercano y claustrofóbico, que por ejemplo ha practicado con indudable creatividad Karyn Kusama en La invitación (2015). También me parece apropiado mencionar a Ursula Dabrowsky y ese buen ejemplo del nuevo horror de supervivencia que es Inner Demon (2014).
¿Qué opinión te merecen los nuevos subgéneros relacionados con el cine de terror como el género Mockumentary, found footage,? ¿Tienen un hueco en el libro?
Por supuesto, ya que se tratan de técnicas que siguen pegando fuerte en el género. Hemos tenido la oportunidad de ver cómo todo un maestro, como M. Night Shyamalan, nos daba una lección magistral del uso del metraje encontrado en La visita (2015). Y, al mismo tiempo, tenemos la suerte de ver esa misma técnica aplicada a producciones de corte muy distinto, como ocurre con algunos títulos latinoamericanos.
El inicio del siglo XXI ha conocido una verdadera explosión de cine de terror asiático. ¿Tratas estas producciones en tu obra?
Está presente con algunos títulos que creo que divertirán sin lugar a dudas a los aficionados al género. Se trata de obras muy creativas, en muchos casos inspirados por conocidas obras procedentes del Manga. Pero, junto al terror asiático, es posible que el siglo XXI suponga un auténtico despertar del género en los países de habla hispana, donde la producción está experimentando un considerable aumento. Atentos a ello.
Las franquicias, originadas desde finales de los 70s, vuelven a aparecer en producciones actuales, rescatando películas de culto
Sí, ocurre en cierto modo como lo que comentábamos antes de los clásicos. Hay películas pasables pero, por lo general, lo que más nos provocan son auténtica nostalgia de nombres míticos, como John Carpenter, Tobe Hooper o Wes Craven.
Para ir finalizando, nos gustaría saber en qué medio te podemos leer regularmente. Colaboras con alguna publicación dedicada al género fantástico en estos momentos?
De momento, no he colaborado nunca con ninguna publicación dedicada al género fantástico, pero me encantaría hacerlo.
Tienes tiempo para participar en un programa radiofónico de Onda Cero Catalunya, ¿en qué consiste tu colaboración con ese medio?
Sí, tenemos una sección de cine que se emite en la madrugada de los viernes al sábado, pero solo en las frecuencias de Cataluña. Se trata de una de las secciones del programa Nits de Radio, que dirige y presenta Carles Lamelo. En la parte del cine, aprovecho para comentar los estrenos de la semana y algunas noticias relacionadas con la actualidad del Séptimo Arte. Todo ello, con un tono bastante desenfadado.
Por último te agradecemos tu tiempo y si quieres comentar algo más puedes hacerlo.
Pues que ha sido un placer haber podido compartir esta conversación con vosotros y lo único que espero es no haber aburrido demasiado a vuestros seguidores. Un abrazo a todos.
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